top of page

Ciclicidad femenina: un cóctel hormonal

¡Conócete a ti misma!

Entender nuestra ciclicidad es una cuestión de autoconocimiento y amor propio, si nosotras mismas no nos comprendemos, ¿quién podrá hacerlo? Cada mes, durante el ciclo menstrual, nuestro cuerpo atraviesa por cambios físicos, psicológicos y emocionales, que nos llevan a comportarnos de maneras muy distintas e incluso indescifrables para nosotras mismas. De la euforia podemos pasar a la tristeza sin mayo problema, o de un día muy enérgico pasar a un día de poca energía. Comprender que estos cambios hacen parte de un ciclo biológico autónomo y necesario, nos puede ayudar a reconciliar con todas las facetas que experimentamos día a día.

Las mujeres y la luna vibramos en sincronía.



La vida fértil de las mujeres, en términos biológicos, se desarrolla de manera periódica. Al igual que la luna, nuestro organismo atraviesa, mes a mes, cuatro fases distintas pero complementarias que nos hacen cíclicas.


Cada año la luna lleva a cabo alrededor de trece procesos cíclicos o lunaciones que duran en promedio veintinueve días, cada una de ellas se despliega en cuatro fases lunares. Luna nueva, luna creciente, luna llena y luna menguante. Una tras otra se repite sucesivamente, en un constante nacer, crecer, resplandecer y morir. Saber esto nos permite relacionarnos mejor con nosotras mismas, entendernos parte de un todo, de una sabiduría superior.



Tranquila, no estás loca ni eres inestable. Cada veintiocho días experimentas un cóctel hormonal que te permite ser muchas versiones de ti misma.



El ciclo menstrual se desarrolla mediante la pre-ovulación o fase folicular, ovulación, pre-menstruación o fase lútea, y menstruación. Cada etapa implica un proceso hormonal que puede alterar de manera drástica nuestro estado físico, mental y emocional


Menarca (12 a 15 años) – Menopausia (45 a 55 años). El ciclo menstrual comienza el primer día de la menstruación y dura alrededor de 21 a 35 días. Tan solo entre el 10 y 15% de mujeres, aproximadamente, tienen ciclos “perfectos”, de 28 días. Las hormonas regulan el ciclo menstrual.


Las hormonas luteinizante y foliculoestimulante, producidas por la hipófisis, promueven la ovulación y estimulan a los ovarios para producir estrógenos y progesterona. Los estrógenos y la progesterona estimulan el útero y las mamas para prepararse para una posible fecundación.


Al principio de la fase folicular (antes de liberar el óvulo), el revestimiento interno del útero (endometrio) está lleno de líquido y nutrientes destinados al futuro embrión.

Si ningún óvulo ha sido fertilizado, los niveles de estrógenos y de progesterona son bajos. Como resultado, las capas superiores del endometrio se desprenden y sobreviene la menstruación.


Menstruación: Tensa, desganada, estresada, mal humor, poca energía.


En esta fase, la glándula pituitaria envía señales a los ovarios mediante la hormona FSH (foliculoestimulante) para estimular la maduración de los folículos, bolsitas llenas de líquido que contienen los óvulos inmaduros. Cada folículo contiene un óvulo.


Son 20 seleccionados para comenzar la ovulación. Solo un folículo, el dominante, madura y desprende el óvulo de su interior, el resto se degenera.


En este proceso se libera serotonina, con el fin de aliviar los dolores menstruales, lo cual produce sensaciones de alegría, entusiasmo, energía, aumenta la libido sexual. Esta fase dura entre 13 y 14 días.


Fase ovulatoria (liberación del óvulo):


La hormona luteinizante estimula el folículo dominante, que se aproxima a la superficie del ovario para finalmente romperse y liberar el óvulo, suele ocurrir entre 16 y 32 horas después de que comience su elevación. El nivel de estrógenos llega a su punto máximo y el nivel de progesterona comienza a elevarse. Esta fase dura entre 16 y 32 horas.


El día 14 es el más fértil del ciclo menstrual, los otros son del 11 al 16, cerca de la ovulación.

Durante la fase lútea (después de liberar el óvulo) descienden las concentraciones de las hormonas luteinizante y foliculoestimulante.


El folículo roto se cierra después de liberar el óvulo y forma una estructura denominada cuerpo lúteo o cuerpo amarillo, que produce progesterona (hormona pro-gestación), lo cual:

-Prepara al útero por si se implanta un embrión

-Hace que el endometrio se engrose y acumule líquido y nutrientes para alimentar a un posible embrión

-Provoca también el espesamiento de la mucosidad en el cuello uterino y dificulta la entrada de espermatozoides o bacterias en el útero


-Provoca un ligero aumento de la temperatura corporal durante la fase lútea y hace que continúe elevada hasta que se inicie el periodo menstrual

Durante la mayor parte de esta fase, la concentración de estrógenos es alta.


La progesterona y los estrógenos provocan un mayor engrosamiento del endometrio, que se prepara para una posible fertilización.


Esta fase dura 14 días.

Si el óvulo no se fertiliza, el cuerpo lúteo degenera y deja de producir progesterona, el nivel de estrógenos disminuye, se descomponen y desprenden las capas superiores del revestimiento, y sobreviene la menstruación (el inicio de un nuevo ciclo menstrual).


Si el óvulo es fecundado, el cuerpo lúteo continúa funcionando durante las etapas iniciales del embarazo.


Cuatro fases del ciclo menstrual pueden traducirse en cuatro maneras distintas de concebir el mundo, cuatro universos compuestos por cuatro versiones de mujeres que habitan en cada una de nosotras.


Intentar ocultar esta realidad a causa del deber ser que se nos impone socialmente, a saber, pensarnos y mostrarnos como una única mujer durante toda la vida, aun sin importar la montaña rusa de emociones y sensaciones que cada veintiocho días afrontamos, no es más que obligarnos a vivir desconectadas de nuestra propia naturaleza.



3 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page